Emprendió en la universidad y hoy es una de las mujeres más ricas

Emprender es una actividad clave para acumular riqueza, y muchos han logrado amasar fortunas millonarias mediante sus propios proyectos. Este es el caso de Lillian Wu, una figura destacada en el mundo empresarial de China. Su historia comienza en la universidad, donde construyó junto a su pareja un imperio que ahora se valora en miles de millones de dólares.

Lillian, con su esposo Hakim, fundó Hakim Unique Internet, una de las compañías de internet más influyentes de Asia. Pero su camino no fue fácil. Al inicio, la pareja tenía una idea clara, pero se enfrentaba constantemente a rechazos por parte de potenciales clientes. Vender transceptores de fibra óptica a empresas de telecomunicaciones se convirtió en un verdadero desafío.

Su perseverancia los llevó a facturar su primer millón, y esto ocurrió en regiones donde muchos competidores no se atrevían a buscar clientes. Sin embargo, pronto detectaron que las empresas empezaron a optar por comprar internamente, lo que los llevó a reorientar su estrategia. En este proceso, contactar a más de 100 empresas inmobiliarias se convirtió en su clave para el éxito. Las propuestas bien elaboradas que ofrecieron les aseguraron sus primeros tres clientes, quienes valoraron mucho la diferencia económica frente a sus competidores.

A lo largo de este camino, Lillian enfrentó un desafío adicional. Decidió nombrar a otra persona como presidente de la empresa, ya que creía que su género podría generar desconfianza. Sin embargo, tras manejar todos los aspectos del negocio, finalmente asumió el liderazgo y se destacó como una de las mujeres más influyentes de China.

Hoy, su patrimonio se estima en 1.3 mil millones de dólares. Todo ello gracias a Hakim Unique Internet, lo que la coloca entre las multimillonarias aut Made que han alcanzado este nivel de éxito antes de cumplir 40 años. Además de su impresionante trayectoria empresarial, junto a su esposo lidera la Hakim Unique Foundation, que realiza importantes donaciones a universidades y proyectos en áreas culturales, de salud e investigación científica. A pesar de su riqueza y poder, Lillian prefiere mantener un perfil bajo, y no es común verla en eventos públicos.

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